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MUERE EN ATRACO EL EX LANZADOR PASCUAL -CUTÀ- PEREZ.

Nacido el 17 de mayo de 1957 en San Cristóbal, fue un lanzador dominicano que jugó en las Grandes Ligas de Béisbol para los Piratas de Pittsburgh, los Bravos de Atlanta, los Expos de Montreal, y los Yankees de Nueva York. Era apodado I-285 en las Grandes Ligas.1
Fue firmado por Neftalí Cruz para la organización de los Piratas en 1976 y llegó a Grandes Ligas en 1980. Cambiado a los Bravos el 30 de junio de 1982, gozaba de sus dos mejores temporadas, mientras que con esa organización, se fue de 15-8 y 14-8 en 1983 y 1984, respectivamente.
Increíblemente delgado con 6 pies 2 pulgadas y 162 libras, era más que nada conocido por su payasadas dentro y fuera del campo de juego que por su talento como lanzador. Fue arrestado por posesión de cocaína en República Dominicana entre las temporadas 1983 y 1984; y no se unió a los Bravos hasta mayo de 1984. Además, las bufonadas que hacía a menudo provocaba

 la ira de muchos de sus oponentes a quienes solía señalar con el dedo en forma de pistola. Si bien es habitual que los lanzadores caminen de regreso a la banca después de completar una entrada, él corría, en movimientos peculiares con cadenas de oro y cabello rizos. Se ganó su apodo tras perderse una salida el 19 de agosto de 1982 mientras daba vueltas en la autopista Interstate 285 de Atlanta en busca del Atlanta-Fulton County Stadium.2
Liberado por los Bravos el 1 de abril de 1986, perdiendo toda la temporada de ese año. Después de firmar un contrato de ligas menores con los Expos en 1987, se unió al equipo en agosto y terminó la temporada de 1987 yéndose de 7-0. Su última temporada exitosa llegó al año siguiente cuando se fue de 12-8.
Se le concedió la agencia libre en noviembre de 1989 y, posteriormente, firmó con los Yankees. A través de 1990 y 1991, salió a sólo 17 partidos para los Yankees y registró récords de 2-1 y 4-2, respectivamente. Antes de la temporada de 1992, fue suspendido por las Grandes Ligas durante un año por violar la política de drogas de la liga, una suspensión que finalmente puso fin a su carrera. Su récord final fue de 67-68.
Dos de sus hermanos, Mélido y Carlos, también fueron lanzadores de Grandes Ligas y su otro hermano Darío fue lanzador de ligas menores, así como un primo, Yorkis quien jugó en las mayores.
Uno de los lanzamientos de Pascual era un lento y alto cambio de velocidad. Puesto que él era el único en las Grandes Ligas con este tipo de lanzamiento en aquella época, muchos en el terreno de juego se referían al lanzamiento como Pascual pitch (lanzamiento de Pascual), Pascual es históricamente conocido como un Eephus.