Cuando Helen Stephens se altera por el ruido, la ira o la angustia hasta
su cuello se hincha. Pero en vez de darle una fuerza sobrehumana como el personaje del cómic, los ataques le agobian por todo su cuerpo.
Ella dice que se pone como Hulk. «Soy como un culturista». «Si no consigo una inyección de diazepam lo suficientemente rápido mi cuerpo se pone rígido, dejándome incapaz de recibir algún tratamiento pues cualquier aguja se romperá en seguida». Lo que sufre tiene nombre y es el síndrome de la Persona Rígida, según informan desde «El Correo.com»
Desarrolló por primera vez los espasmos y problemas para caminar después de un accidente de coche hace 14 años.
Cuenta que su cuerpo está lleno de cicatrices donde los músculos se han roto. Cuando sufrió un ataque el pasado 6 de noviembre le entregó una carta al personal del Hospital de la Ciudad de Winson Green, Birmingham, enumerando sus alergias y explicando lo que los médicos deben hacer si tiene un ataque. Pero fue ignorada, la dejaron en la cama dos horas sin ningún tratamiento, «pude haber muerto», explica.
Si no es atendida en cuestión de minutos, su garganta y su caja torácica se cierran, lo que dificulta su respiración, a pesar de eso, estuvo sobre la cama gritando de dolor sin ser atendida, cuenta ella. El hospital reconoció las necesidades de su paciente y no hizo más comentarios.